TTR In The Press

El Mostrador

Abril 2021

Otro termómetro en pandemia: las fusiones y adquisiciones

La pandemia ha alterado las perspectivas económicas de todos los países y especialmente de nuestro continente. Cuando las empresas ven un horizonte de corto y mediano plazo estable, su forma de crecer puede ser buscando oportunidades vía fusiones y adquisiciones. Estas operaciones conforman, por lo tanto, uno de los tantos termómetros de cómo se percibe la marcha de un país.

Todos tenemos claro lo complejo que está el panorama actual a nivel latinoamericano, donde todos los índices de crecimiento y desarrollo de nuestros países han retrocedido enormemente, incluyendo el volumen de fusiones y adquisiciones. Y las cifras lo corroboran: según el Informe Anual 2020 de Transactional Track Record (TTR), una plataforma financiera informativa, durante el año 2020 las operaciones de M&A en América Latina (incluyendo compraventa de acciones, private equityventure capital y compraventa de activos) disminuyeron 10,3 % en el número de operaciones y 45,1 % en valor. Esta caída se debió, en gran medida, a la suspensión de los planes de inversiones de muchos inversionistas estratégicos y también de inversionistas de private equity.

Sin embargo, durante lo que va del 2021, es alentador notar que se ha visto un aumento de las fusiones y adquisiciones, probablemente debido, entre otros factores, a la reactivación de aquellas transacciones suspendidas durante el 2020, a las indudables oportunidades que mostraría una recuperación pospandemia y al creciente interés de grandes fondos de private equity en invertir en compañías tecnológicas (fintechs, healthtechs, edutechs, etc.). En efecto, aunque según el informe mensual de TTR a febrero de 2021, el número de operaciones durante el 2021 registra una caída de 21,17 %, éstas tuvieron un aumento de un 67,35 % en valor, en relación con el mismo período del 2020.

Especialmente ilustrador resulta analizar la creciente atención de grandes fondos de private equity en compañías tecnológicas, ya sea desarrolladoras de softwares o prestadoras de servicios tales como financieros, de salud, transporte, educacionales u otro tipo de servicios, a través de plataformas tecnológicas que capturan inequívocamente los comportamientos y hábitos de clientes y consumidores. Si bien la prestación de este tipo de servicios comenzó hace ya algunos años, las múltiples restricciones que impuso la pandemia hicieron que este tipo de compañías aumentaran y crecieran en forma muy importante.

Sobre la base de lo que estamos viendo durante este primer semestre, nuestra expectativa es que durante el 2021 aumentará en forma considerable el volumen de operaciones de fusiones y adquisiciones de compañías tecnológicas respecto de años anteriores. Esto, atendido el mayor número de compañías que han dejado de ser start-ups, habiéndose ya consolidado como actores relevantes en sus respectivos mercados, luego de haber recibido financiamiento de inversionistas iniciales que pueden estar buscando liquidez de su inversión. Es decir, es probable ver un cambio en el tipo de inversionistas que participan en estas compañías, entrando grandes fondos de private equity que invierten a nivel global, como por ejemplo un conocido fondo japonés que ha invertido en distintas plataformas en Latinoamérica.

Sin embargo, no hay que ser ultraoptimistas. Las operaciones de M&A referidas a compañías tecnológicas presentan complejidades que es importante destacar. En primer lugar, este tipo de compañías enfrentan desafíos muy relevantes referidos a la correcta valoración del activo, a la estructuración de la operación (más todavía cuando se trata de un negocio a nivel continental) y a contingencias propias de sus negocios o industrias, que deben ser revisadas en los correspondientes procesos de due-diligence. Por otra parte, en Chile existen importantes lagunas regulatorias que hacen muy relevante una adecuada ponderación de los riesgos y una clara asignación de éstos entre las partes. Un ejemplo de lo comentado es la débil protección que otorga nuestra normativa al titular de un software, el cual puede ser el activo más relevante de una compañía cuyo negocio puede generar millones de dólares. Otro ejemplo conocido es la insuficiente regulación del teletrabajo o de las relaciones laborales entre las empresas de delivery y sus colaboradores, con todos las incertidumbres jurídicas y económicas que esto conlleva para las partes involucradas.

Por tanto, es urgente una revisión de la normativa aplicable a una serie de nuevas o distintas industrias, de forma que se ajuste a los nuevos tiempos que vivimos y se otorgue certeza a todos los actores involucrados. Otro aspecto importante a considerar es el gran poder de mercado que pueden llegar a tener algunas bigtechs y los riesgos asociados a ello. Una adecuada revisión de estos temas ayudaría a que el volumen de operaciones de M&A siga creciendo y, por tanto, a que mejore la marcha de los negocios en nuestro país.

 


Source: El Mostrador - Chile 


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